miércoles, 3 de agosto de 2016

It's equality, my darling.

Parece mentira que en 2016 el mundo todavía siga estancado en la Prehistoria en algunos conceptos de la vida diaria y no haya sido capaz de evolucionar y adaptarse a los entornos nuevos o a aquellos que ya existían pero que por miedo no salían a la luz. 

Desde el papel de la mujer hasta las ideologías políticas pasando por la condición sexual y estilos de vida en familia. Hoy en día los telediarios se tiñen cada vez más de malas noticias e incluso horribles.

Las faltas de respecto llevadas al máximo nivel, el fanatismo extremo y la locura no han hecho más que crispar lo que podría ser un año especial, el año del deporte... de la Eurocopa de fútbol y de los JJOO de Río de Janeiro, pero no... Parece que la filosofía 'Hakuna Matata' quedó en la pantalla y en las historias del Rey León; difícil de aplicar en un mundo en el que constantemente estamos pendientes de los demás, no por alegrarnos de sus éxitos, sino por criticar y desprestigiar aquello que los hace diferente de nosotros. 

¿Qué más da que una mujer lidere una empresa y sepa gestionarla hasta llevarla a lo más alto del Top Mundial? ¿Qué más da que seas de izquierdas o de derechas; que seas ateo o cristiano; antitaurino o taurino; heterosexual, bisexual, gay, lesbiana o trans? 

¿Quién limita lo que hacemos con nuestro tiempo libre? Los prejuicios. A veces optamos por el silencio porque estamos cansados de escuchar siempre los mismos comentarios, o por miedo a represalias según nuestro entorno o la sociedad que nos rodee, no todos corren la misma suerte... ¡YA BASTA!

Ya basta de pensar en el qué dirán los demás o en encajar en lo establecido en lugar de romper las barreras y ser fiel a uno mismo. Pero ojo también con esta filosofía, porque a veces parece que al aconsejar esto tienes que pisar a todo aquel que piense diferente a ti, que es un carca o que no ha evolucionado, también tiene que haber sitio para ellos en este mundo porque si todos fuéramos iguales nos acabaríamos aburriendo y el mundo del postureo no sería sostenible. Lo que quiero decir es que por reivindicar tus derechos no tienes que coartar la libertad de otros, se puede llegar al consenso y saber dónde ceder para que exista un equilibro entre la diversidad. 

Todos somos piezas fundamentales en este rompecabezas llamado mundo, si no encajas, no te preocupes, tal vez estén colocando la pieza en el lado equivocado, gírate y verás como tú también tienes tu lugar. ¡Vive y deja vivir!




*ACE