viernes, 17 de octubre de 2014

Microcuento.

Donde tu ves una pared, yo veo un espejo.
No la podré atravesar, pero al menos
estará vivo mi reflejo. 
Algunos te dirán que la hagas pedazos y
así poder continuar, pero tu no quieres 
siete malos años de consejos. 


Hay muros que no podemos derribar, que siempre van a estar ahí. Pero no siempre tenemos que destruir la naturaleza para abrirnos paso. Algunas cosas están presentes para ser admiradas y recordarnos la belleza de algo que un día fue más que una simple pared. 



*ACE;) 

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