domingo, 1 de mayo de 2011

Felicidad, ¿utopía o realidad?

Hace unos días en clase me pidieron que definiese felicidad con sólo dos palabras, nos lo hicieron escribir en un papel, pero yo no paraba de escribir y tachar cosas... No encontraba una simple definición con sólo dos palabras, porque sinceramente la felicidad es algo tan complejo que hasta su definición está incierta. Según la RAE, la palabra felicidad tiene la siguiente definición "Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien."


Un paréntesis o una simple "D" muestran el grado de felicidad que transmitimos a nuestros lectores a través de Internet, pero no pueden vernos ni estar dentro de nosotros para saber si esa sonrisa es cierta o no. Pero, ¿el hecho de sonreír ya muestra felicidad? Es decir, de pequeños siempre nos han enseñado que sonrisa = felicidad; pero cuando creces te das cuenta de que una sonrisa puede ocultar miles de cosas, e incluso ausencia de felicidad. No siempre se es feliz al 100%, es más, si la perfección no existe es una contrariedad decir que estamos llenos de felicidad o somos totalmente felices, pero como todo en este mundo, nunca sabremos el 100% de las cosas.



Hay gente que según el dicho "el vaso está medio lleno, o medio vacío" dependiendo de por cuál se decanten, ya sabemos si considera la felicidad como algo real o una simple utopía. La verdad es que en nuestros tiempos la felicidad es muy relativa, porque para algunos su vida es un continúo desastre y cuando les llega un día de felicidad creen que están soñando y que sólo será un momento que luego volverán a su triste vida.. Pero eso no es así, no puedes sentarte a esperar que te llegue la felicidad como si nada, no es algo que entra por casualidad en tu vida y se queda para siempre sin que hagas nada, tienes que salir de tu misera rutina y buscarla.





Yo sinceramente, sí creo en la felicidad, y pienso que lo que son realmente rachas y no duraderos son los malos momentos, que con un poco de humor se sale de todo al fin de al cabo. Aunque a veces sea difícil y parezca que es más largo el momento dolor que el momento felicidad, eso es porque nos estamos encerrando en ese bucle en vez de hacer lo que sea por desenredarnos y arreglar el miedo al dolor, luchemos contra él como si de una vacuna se tratase, así si vuelve a suceder ya estaremos más preparados y sabremos cómo enfrentarnos a éste para evitar que inunde todo nuestro cuerpo porque ahora, nuestra mayor medicina y el tesoro más preciado es ser realmente feliz.



*ACE;)

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